El histórico recorte de la plantilla este verano, el mayor en los últimos 30 años, pone en evidencia lo que UGT, conjuntamente con CCOO, viene denunciando abiertamente: que el papel couché con el que se nos quiere envolver el Plan Estratégico esconde un ajuste de plantilla en toda regla. Aunque la responsable de Comunicación de la compañía, una de las mayores expertas en vender humo -marketing y comunicación- en nuestro país y que también viene de la política (para eso la contrató Serrano, como político -no gestor- que es y ha dotado a su departamento con un presupuesto desorbitado gastando decenas de millones de euros), se empeña en vendernos gato (las ofertas de empleo que se convocan) por liebre (aumento de la plantilla de Correos), lo cierto es que, aunque entendemos que de alguna forma hay que justificar una nómina de 150 mil euros, no cuela.
A estas alturas del partido (dos años con este presidente y su “ocurrente” equipo directivo), vendernos como un acto de generosidad presidencial las ofertas de empleo cuando son una obligación derivada de los Acuerdos sindicales previos a Serrano y de las Leyes de Presupuestos para, de acuerdo con la doctrina legal europea y nacional, no incurrir en fraude de ley en relación con esos puestos, lo dice todo de una Dirección que ha hecho de la cortina de humo su santo y seña. Y que nuestra élite directiva nos las quiera vender como un refuerzo e incremento de plantilla es, no ya manipulación, que también, sino, simplemente, falso.
A nadie se le escapa que, en el mundo del trabajo, la Consolidación de empleo conlleva la conversión de un puesto eventual en fijo, sin aumento alguno de la plantilla, ya que vienen a cubrir los puestos de trabajo estructurales provenientes de las jubilaciones del personal fijo. Dicho de otra forma, convertir en fijos 4.005 puestos -o los que correspondan en cada oferta de empleo- provenientes de la jubilación de sus ocupantes, y que, entretanto, sean desempeñados por eventuales, viene a ser aquello de lo “comido por lo servido”.