Ayer volvimos a ver en acción a los profesionales del Sector de la Dependencia. No lo andábamos buscando, pero sucedió lo que ya todos conocemos (explosión en el Centro de Madrid), y allí estaban ellas y ellos (los ángeles) reaccionando en segundos ante lo que podía haber sido una catástrofe.
Desde esta Organización Sindical queremos agradecer y reconocer a todos y cada uno de los profesionales de la Residencia Virgen de la Paloma, perteneciente al Grupo Nogales, su actuación ante una situación inesperada y caótica. Desalojar a 55 usuarios con sus sillas de ruedas, con sus andadores y con las patologías que dichos usuarios tienen en el tiempo que lo hicieron, es digno de mención y de reconocimiento por parte de la sociedad.
Muchas cosas se han dicho de estos profesionales en los tiempos que corren. Se les ha llamado maltratadores, culpables de la transmisión de la COVID-19, que dejaban morir sin cariño y sin cuidados a nuestros mayores, y un largo etc. Nada más lejos de la realidad, y ayer lo demostraron.
Fue llamativo ver en las imágenes que diferentes medios de comunicación dieron a conocer, cómo les acompañaban, les animaban, les apoyaban, les explicaban y les atendían sin ninguna vacilación. En una filmación se podía ver como una residente cuando vio que las auxiliares iban a recogerla para trasladarla, les explicaba a todo el mundo que “ya han venido mis ángeles a recogerme, oiga es que son las que me ayudan a todo, todos los días”.
Es hora que la sociedad sepa que existen y que sin ellas y ellos no sería posible llegar al final de nuestros días en unas condiciones saludables óptimas, y la sociedad a su vez, debería devolverles una mínima gratitud estabilizando sus empleos, mejorando sus condiciones laborales (salarios, jornadas, ratios, etc.). Las administraciones y las empresas tienen que comprometerse con la calidad de estos servicios y con los profesionales que están ejerciendo esta tarea social tan ingrata en muchos casos como necesaria. Esta tarea que conlleva un coste psicológico difícilmente superable en el día a día. En este tipo de establecimientos los usuarios en la inmensa mayoría no van a recuperarse, sino que por desgracia antes o después culminan sus vidas entre sus muros y siempre rodeados de estos profesionales, que durante años han compartido miles de horas de cariño, risas y también algún que otro momento malo.
Desde esta Organización Sindical queremos darles todo nuestro apoyo para que sigan para adelante como hasta ahora lo han hecho y que nunca olviden que no están solos. ¡ÁNIMO COMPAÑER@S!