Las bolsas de personal funcionario (llamadas listas de espera) están reguladas en un Decreto de la Comunidad de Madrid, que la administración parece usar a su libre conveniencia.

Esto hemos comprobado a raíz de la convocatoria de bolsas para auxiliar administrativo en un plazo relativamente breve y en dos Consejerías (en dos por ahora, no sabemos si mañana alguna otra convocará también). Una en mayo de 2015, de la Consejería de Educación, Juventud y Deporte, y otra el pasado mes de abril, de la Consejería de Economía, Empleo y Hacienda.

Desde UGT queremos manifestar lo siguiente:

– Para estos casos en los que hay demanda de un perfil genérico como este, no se debe recurrir a bolsas creadas de convocatoria para puestos concretos, sino publicar una convocatoria única y genérica para esta categoría, y gestionada por Recursos Humanos.

– Como se han saltado el paso de la convocatoria única, y como se han saltado el paso de la negociación con las organizaciones sindicales, cada Consejería ha elegido el perfil y la puntuación que más conveniente le ha parecido. Por ejemplo, en cuanto a la experiencia, la primera bolsa solo puntuaba la obtenida en el ámbito de la administración pública, mientras que la Consejería de Economía, Empleo y Hacienda ha entendido que se debe puntuar la experiencia en el sector privado también. Aquí cada cual con su idea.

– Este asunto de los perfiles y puntuaciones no es baladí, pues origina una desigualdad en el acceso a la función pública. Una misma persona que opte a trabajar como auxiliar administrativa, tendrá distinta puntuación y posición en la bolsa, y su nombramiento no será igual según la bolsa que elija la administración en cada momento.

– En ambos casos, el puesto convocado es de turno de tarde. Si se gestiona conforme a derecho, la persona que más puntuación obtenga tendría ese puesto de tarde, pero como se usará con carácter general, el resto con menor puntuación probablemente obtenga un puesto de trabajo de mañana, obviamente el más demandado por razones de conciliación.

Para UGT en todo caso, además de estas disfunciones organizativas, la cuestión es clara: si convocaran las oposiciones periódicamente, se crearían y actualizarían también periódicamente las bolsas, y se acabarían estos problemas.

También se hubieran salvado estos problemas, si hubieran sido más transparentes y se hubiera respetado el derecho a negociar y proponer perfil o méritos tipo, con la parte social. Pero de nada ha servido que UGT así lo haya solicitado en mesa de Función Pública reiteradas veces.

Desde UGT hemos mandado una carta a Función Pública sobre esta materia, que podéis consultar pinchando aquí.