CCOO y UGT, ante la próxima convocatoria de la Comisión de Control del Plan de Pensiones (suspendida por la Dirección General de Seguros como consecuencia del estado de alarma) han remitido carta al presidente de Correos para que ponga en la centralidad de las prioridades de la empresa un plan que afecta a casi 40 mil personas y vive en el olvido más absoluto.
El Plan de Pensiones de Correos es una conquista social, un logro de CCOO y UGT, fruto de la negociación colectiva, que permite aumentar las cantidades de la futura jubilación de los trabajadores/as, lo que debe contribuir a tener una salida digna, anticipada y voluntaria del circuito del empleo. Por eso, ambos sindicatos estamos exigiendo la inmediata puesta en marcha DEL PROGRAMA DE JUBILACIONES parciales y de EXCEDENCIAS VOLUNTARIAS INCENTIVADAS, y también una potenciación del Plan de Pensiones para no perder poder adquisitivo y seguir manteniendo el mismo nivel de vida que estando en activo.
En este sentido, el Plan de Pensiones de empleo en Correos está diseñado para que sea la empresa, a través del salario diferido, la que aporte todos los meses para darle una rentabilidad razonable.
Por eso, CCOO y UGT han venido reivindicando que la empresa levante la suspensión de la aportación al Plan de Pensiones, suprimida por el Gobierno desde el 2012 (son más de 3.000 € los que los/as partícipes han perdido en concepto de aportaciones de la empresa), así como también hemos exigido que se incorporen al mismo todos los colectivos sin excepción (incluidos los eventuales). Esto conlleva que, además de los fondos adicionales que Correos debe todavía a la plantilla en retribución directa (un 0,55%) para incrementar sus complementos, la empresa debe destinar un fondo específico a la aportación al Plan de Pensiones en forma de salario diferido.
Y lo que no puede esperar más es la regularización de la actual situación de la Comisión de Control en un doble sentido: en primer lugar, se debe actualizar el órgano, en situación irregular desde hace demasiados años, y, en segundo lugar, y sobre la base de esta regularización, se debe crear la Oficina del Partícipe para que la representación de los trabajadores/as controle la gestión de las aportaciones de sus representados/as, acabando con este periodo en que ha estado en manos de la gestora. Es un plan de empleo, participado por los trabajadores/as a través de sus representantes y nacido de la negociación colectiva, y es en esa representación en la que debe residir el control y desarrollo de su gestión.
SEÑOR PRESIDENTE ES HORA DE RESTITUIR Y CUMPLIR CON LO ACORDADO
LA APORTACIÓN AL PLAN DE PENSIONES ES UN DERECHO