La Federación de Empleadas y Empleados de los Servicios Públicos de UGT Madrid participa en la Campaña Internacional en defensa de la salud pública para todos. Hoy 7 de abril, Día Mundial de la salud, queremos reivindicar el derecho universal a la salud. Nuestra salud no está en venta, es un derecho, es un bien común que hay que defender de los intereses meramente económicos de las multinacionales.
ISP y sus afiliadas llevarán a cabo acciones en todo el mundo para influir de forma concreta en la formulación y la aplicación de políticas para conseguir una cobertura sanitaria universal pública en los ámbitos internacional, regional, nacional y local:
- Salud pública para tod@s: El derecho humano a la salud solo puede conseguirse a través de sistemas sanitarios públicos universales que garanticen la calidad y la integralidad de la atención. Para ello es necesario que los Estados asuman la responsabilidad de proporcionar servicios de atención sanitaria como una función pública, independientemente de la naturaleza del proveedor, aunque con la garantía de una gestión pública y prestaciones desde centros públicos con trabajadores públicos, lo que exige la aplicación de normas igualitarias en lo relativo a las condiciones para los pacientes y los trabajadores y también en cuanto al acceso y la calidad para los proveedores tanto públicos como privados.
- Mi salud no está a la venta: como derecho humano, la salud no es un producto. Se estima que, globalmente, el valor de los servicios de atención sanitaria y social asciende a 5,8 billones de dólares estadounidenses al año. La privatización y la comercialización, incluidas las APP y la externalización, son la expresión del interés de las grandes empresas en maximizar los beneficios.
A la ISP le preocupa particularmente la expansión de las grandes empresas dirigida por las empresas multinacionales de atención sanitaria, de productos farmacéuticos y de seguros mediante diversas estrategias de comercialización para proponer una prestación de servicios privados. Esto está teniendo un impacto devastador en el acceso universal a la atención sanitaria de calidad para los pacientes, las condiciones de trabajo del personal sanitario y la sostenibilidad financiera de los sistemas de salud. El aumento conexo de la liberalización y el comercio de servicios socava los servicios de salud pública.