UGT confía y sabe de antemano que los trabajadores sabrán responder a las expectativas que los ciudadanos han puesto en ellos para poder superar la epidemia de COVID-19, aún con las adversidades que suponen la mala capacidad de gestión y las políticas mal intencionadas de sus dirigentes y responsables políticos, los actuales y los predecesores de los últimos 25 años, en la Comunidad de Madrid.
Desde que el 1 de enero de 2002 empezaran a depender orgánicamente de la Administración de la Comunidad de Madrid, los profesionales de la sanidad han sufrido mil y un avatares, pasando incluso por el intento más aberrante de privatización de un servicio público prestado por empleados públicos directos de la Administración, o sufriendo las durísimas consecuencias de la crisis económica, y ahí siguen en pie.
Los profesionales de la sanidad, ahora, también están viendo afectada su salud directamente por el virus, como consecuencia de su propia actividad profesional y agravada por la carencia de medios materiales de aislamiento adecuados en muchos casos, de manera que sus plantillas disminuyen en número y la presión asistencial aumenta e incide al ya de por si desmesurado incremento masivo y extraordinario de demanda que el virus ha ocasionado, y ahí siguen en pie.
Y les aplaudimos todos los días en un intento unánime de que esa resistencia sea infinita y que su frágil situación como empleado público no les haga quebrarse y sean capaces de seguir en pie.