Ha remitido una circular con “pautas” restrictivas para impedir que la negociación de los Convenios en el Sector Público se consigan mejoras salariales y sociales
El Gobierno ha remitido a las Empresas Publicas –entre las que está Correos- un documento con pautas para disciplinarlas en el desarrollo de la negociación colectiva. En la deriva de esa sinrazón a la que ya nos tiene acostumbrados este Gobierno ha añadido un nuevo elemento a esa alergia patológica que mantiene desde el principio de la legislatura hacia lo sindical. Ahora se trata de una desconfianza implícita hacia los directivos responsables de la gestión de lo público por si acaso tienen la tentación o debilidad de negociar y llegar a acuerdos en las negociaciones respectivas. Es evidente que, cuando se echa mano de la disciplina con ese calado incluyendo el bombo y platillo en los medios de comunicación es porque no se tiene confianza en los subordinados.
Por lo visto no somos únicamente Sindicatos y trabajadores los sospechosos de pretender tener derechos salariales y laborales dignos. Al parecer el Gobierno extiende la sospecha a los directivos de empresas públicas hasta el punto que necesita publicitar un aviso a navegantes indisciplinados.
Hoy en Correos la Dirección ha explicitado ante la mesa del Convenio dichas consignas del gobierno para que nos atengamos a ellas en la negociación del Convenio Colectivo y Acuerdo que debe regular las condiciones del personal laboral y los funcionarios postales en los próximos años.
Por lo escuchado hoy, es evidente que el Gobierno sigue abusando de la demagogia torticera trasladando la imagen de que los trabajadores del ámbito público son unos privilegiados en el contexto de la crisis económica y por ello resulta fácil y hasta rentable ante la opinión pública tomar medidas coercitivas y de penalización salarial con los empleados que viven de una nómina.
Tal y como UGT ha manifestado hoy en la mesa, no vamos a tolerar ese enfoque y ese ejercicio desmesurado de poder que está manifestando el Gobierno a través de sus pautas para la “contención del gasto del sector público”, cuya resultante consiste en ni más ni menos que los empleados públicos sigamos perdiendo poder adquisitivo y derechos laborales. En tal sentido UGT va a mantener tanto en las mesas de negociación de Correos como en los ámbitos en donde haya que hacerlo, una posición de rechazo a tales consignas represoras de la negociación colectiva y vamos a intentar, junto con el resto de Sindicatos Postales, en la medida de lo posible, mantener una defensa clara y contundente de las reivindicaciones tanto salariales como en derechos, que UGT ha elaborado para discutir en el proceso de negociación de Correos. Ya no se trata solo de defender lo que consideramos que es nuestro. En este caso no es solo un salario digno o la recuperación de lo que nos han quitado o de procurar mantener y abrir expectativas de creación del empleo en Correos o de eliminar criterios penalizadores absolutamente injustos o impedir que se nos sigan quitando derechos adquiridos a través de duras luchas sindicales. Se trata de que este gobierno entienda que la eficacia y la “eficiencia” del Sector Público (incluyendo a Correos) o se hace a favor de/y/con los trabajadores y sus sindicatos, o será un ejercicio inútil y estéril. En Correos sabemos bien que los trabajadores no solo son un “activo”, son más bien “artífices” y por tanto no se puede seguir dándoles la zanahoria en forma de discurso con el “gracias a vosotros hemos avanzado o hemos conseguido…” y a continuación darles el palo con instrucciones punitivas como lo son estas pautas. Por cierto, la lucha para la contención del gasto público no consiste tanto en meterle mano a los directivos de empresas públicas para impedirles llegar a acuerdos dignos en sus negociaciones con los sindicatos. La lucha del gobierno debería estar más enfocada al peligro de otros acuerdos que se hacen debajo de la mesa en los bancos de Suiza y en los paraísos fiscales. Pero es más difícil de embridar. Los que hacen eso no cobran por nómina como los carteros. En UGT no nos gusta dar pautas a nadie, ni al Gobierno, ni a Correos ni menos a otros Sindicatos. Solo advertimos. En el esfuerzo negociador nos encontrarán en el diálogo y en la mesa. En la imposición y en la sinrazón nos encontrarán enfrente, fuera y acompañados.