La FeSP de UGT de Madrid y los trabajadores y trabajadoras de Sanidad Privada, empujados a la huelga indefinida por la incapacidad empresarial de negociar. Tras casi dos años de intento de negociación del Convenio Colectivo de Sanidad Privada en los que la patronal ha sido incapaz de mostrar un mínimo de interés en pactar o acercar posturas, el personal de Sanidad Privada iniciará a finales de Noviembre una huelga indefinida en defensa de sus condiciones laborales.
Habiendo sufrido una congelación salarial desde 2.012, la patronal privada del sector pretende que los profesionales sanitarios mantengan un incremento 0 al menos hasta 2.020. Su intención de hacer absorbibles y compensables cualquier acuerdo de subida lleva a la práctica a un incremento 0 durante 8 años. Esas mismas patronales que han facturado en su conjunto y en los últimos 3 años decenas de miles de millones de euros a la Sanidad Pública.
Los representantes de la FeSP-UGT de Madrid en la mesa de negociación tras unas demandas justas y moderadas en incremento salarial y mejoras en la conciliación de la vida laboral y familiar, se encuentran que la parte patronal pretende vaciar de contenido esta conciliación, permitiendo a las empresas negar una reducción de jornada por cuidado de familiar o menores, si a la empresa “No le viene bien”, además de convertir en moderna esclavitud a los profesionales sanitarios eliminando el tope máximo y mínimo de jornada de trabajo, pudiendo decidir que un día se trabajan 3 horas y otro 16 por que a la empresa “también le viene bien”.
Todo esto lleva al Sector de Salud y Servicios Sociosanitarios de FeSP-UGT de Madrid a convocar una huelga indefinida que obligue a las empresas a negociar en buena fe, y no con intenciones de dilatar en el tiempo una negociación con unas propuestas que ni ellos mismos se creen.