Por sexto año consecutivo Madrid incumple la normativa europea de calidad del aire, rebasando los valores límite máximos de dióxido de nitrógeno permitidos (NO2), ante la falta de medidas del Ayuntamiento de la capital.
En los primeros días de 2015, al igual que sucedió en el 2014, la ciudad de Madrid ha superado los valores máximos anuales de dióxido de nitrógeno permitidos por la normativa europea de calidad del aire, 200 microgramos por metro cúbico de aire (Directiva 2008/50) y que no deben superarse más de 18 horas al año.
Son ya 6 estaciones las que han superado este valor límite anual permitido para todo el 2015, Villaverde, Ramón y Cajal, Sanchinarro, Barrio del Pilar, Fernández Ladreda y Ensanche de Vallecas.
A esto debemos añadir los elevados niveles de las partículas en suspensión (PM10 y PM2,5) que, si bien no han llegado a superar los límites legislativos, sí han superado los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según Aemet, con la llegada del anticiclón los contaminantes, producidos fundamentalmente por las emisiones de los coches y las calefacciones, se quedan pegados en una capa de aire de apenas 100 metros suspendida sobre la capital.
Esto produce graves riesgos para la salud de las personas, originando, a través de la inhalación de las partículas contaminantes, enfermedades pulmonares, neurológicas, cardiovasculares, hematológicas y cáncer. Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, durante el año 2014 se produjeron más de 2000 muertes prematuras en Madrid como consecuencia de respirar aire contaminado.
Ante este grave peligro, nos encontramos con la más absoluta inactividad de la autoridad competente, el Gobierno municipal de Madrid, con su alcaldesa Ana Botella al frente, que NO ha adoptado ninguna medida preventiva ni correctora que permita el cumplimiento de la ley y la protección de la salud de los habitantes de la capital, limitándose exclusivamente a decir que “los madrileños deben estar tranquilos,” mientras espera, como única solución, que cambie la meteorología.
Esto viene a sumarse al deterioro general de los servicios municipales prestados, como la recogida de basuras, limpieza viaria, jardinería (sirva de ejemplo los incidentes producidos por la caída de árboles en mala conservación).
Debemos exigir a este Gobierno que actúe urgentemente, cumpla la normativa y ponga en marcha las medidas necesarias para acabar con estos graves problemas en general y en particular con el de la contaminación atmosférica. De no ser así, esta situación volverá a repetirse.