UGT mantiene una posición contraria a las reválidas y a cualquier prueba externa de carácter teóricamente diagnóstico, cuyos resultados no sirvan para implementar las medidas y recursos adecuados para la mejora del proceso de enseñanza/aprendizaje. Consideramos que constituyen un modelo pedagógico desfasado y que cuestiona y deslegitima el trabajo docente, poniendo en duda la evaluación continua. Además representa una importante pérdida de tiempo, tanto al profesorado como al alumnado, en su preparación.
Consideramos inaceptable que se obligue al profesorado a preparar, aplicar y evaluar, sin compensación alguna al alumnado que realice la prueba interna, lo que implica un agravio comparativo respecto a las empresas que realizarán la externa y un menosprecio a la labor docente y a la evaluación continua que realizan.
Desde UGT exigimos a la Administración que destine el dinero de estas evaluaciones a recursos humanos y materiales para aquellos centros que lo necesiten, única medida eficaz para resolver los problemas de la educación madrileña.