El curso 2021/2022 ha estado marcado por la recta final de la pandemia, teñido de luces y sombras que van a marcar un nuevo rumbo en la
educación madrileña.

Ya casi finalizando el curso podemos afirmar que la administración regional no ha sido capaz de aprender de las conclusiones que esgrimimos en el curso anterior, como pueden ser, la bajada de ratio, la mejora de las infraestructuras educativas, la contratación de docentes y de los diferentes
especialistas, la inversión en la Escuela Pública como garante de igualdad de oportunidades… líneas de actuación imprescindibles para poder
ofrecer un sistema educativo de acceso universal, gratuito y de calidad.

En la International Summit on the Teaching Profession 2022 (ISTP2022), celebrada los días 11, 12 y 13 de mayo en Valencia, con la participación de diferentes países como Estados Unidos, Finlandia, España, República Checa…llegaron a las mismas conclusiones: para garantizar el acceso de
un derecho fundamental como es la educación, es necesario invertir en la escuela pública y fomentar la participación conjunta de toda la Comunidad Educativa. Estas fueron dos, de otras muchas conclusiones, a las que llegaron países de todo el mundo, pero Madrid parece ser que sigue sin entenderlo.

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