CCOO y UGT consideramos que el paquete de medidas aprobado por el Gobierno va en la buena dirección, supone un enorme esfuerzo de recursos públicos, requiere de la corresponsabilidad de las empresas y debe completarse para proteger a los colectivos más vulnerables.
Para las dos organizaciones, la prioridad absoluta en este momento es que se frene la expansión del virus y que se recuperen las personas afectadas y, en lo laboral, evitar despidos y garantizar rentas a quienes se vean afectadas por la crisis.
Para UGT y CCOO, la caída de la actividad económica no tiene precedentes, pero su duración e intensidad dependerá de la contención del proceso de contagio del COVID19. En ese terreno, ambas organizaciones queremos manifestar nuestro apoyo al Gobierno y al conjunto de instituciones en cuantas medidas tenga que tomar para detener esta pandemia.
Los sindicatos mayoritarios consideramos que España debe evitar que esta crisis sanitaria provoque una grave crisis de demanda que se extienda más allá del efecto paralización de la actividad que las medidas de control sanitario traen consigo. En definitiva, que sea una crisis corta y no una de ciclo largo que vuelva a golpear a la clase trabajadora, que aún no había recuperado los niveles de empleo y apenas salariales tras la anterior recesión. La situación va a ser muy dura pero va a serlo de forma coyuntural. Y por ello creemos que todas las políticas públicas deben estar orientadas a evitar que lo coyuntural conlleve consecuencias irreversibles.
CCOO y UGT distinguimos dos fases en la política económica, laboral y social del Gobierno: una de amortiguación y otra de recuperación. Y en esa línea proponemos una serie de medidas que, tras su posterior negociación, llevaron a un consenso con CEOE y CEPYME para plantear su ejecución por parte del Gobierno.
Lo aprobado hoy en Consejo de Ministros responde a esas medidas y, por tanto, nuestra valoración es positiva. Para las dos organizaciones la prioridad absoluta en este momento es que se frene la expansión del virus y que se recuperen las personas afectadas y, en lo laboral, evitar despidos y garantizar rentas a quienes se vean afectadas por la crisis. Para ello, es fundamental mantener el empleo, evitando la finalización anticipada de empleos temporales o la extinción de contratos estables, temporales o en periodo de prueba, entre otros, que tienen una especial incidencia entre la población joven la cual soporta en mayor medida la precariedad en el empleo.