La política autonómica respecto a las Escuelas Oficiales de Idiomas disminuye la oferta horaria de enseñanzas de idiomas, dificulta a la ciudadanía su admisión, aleja al alumnado de la red pública y disminuye el número de docentes de las mismas.
Las causas son muy diversas, entre ellas: un procedimiento de admisión que resulta inadecuado por muchas razones: plazos muy restrictivos de matrícula y preinscripción; problemas con el programa RAICES, a través del que se solicita plaza; incertidumbre sobre el horario que van a tener hasta bien entrado el mes de septiembre; disminución de oferta horaria; incongruencia de que el alumnado pueda promocionar de curso con una nota igual o superior a 5, pero para obtener las pruebas de certificación se les exija una puntuación de 6,5.
Todas estas circunstancias están provocando la deserción del alumnado, que encuentra en la red privada mucha más flexibilidad y facilidad para obtener el certificado que desean y, por tanto, la bajada de matriculación. Circunstancias todas ellas que han sido comunicadas a la Administración educativa, sin que haya tomado medidas tendentes a resolver la situación que día a día empeora. Todo ello, además, del aumento de la privatización de un servicio público y la segregación del alumnado que no pueda acceder a centros privados, está provocando la disminución de plantillas: solo en una de las Escuelas Oficiales de Idiomas se han suprimido 10 plazas de docentes para el próximo curso. Ya solo le queda a la Consejería crear cheques de idiomas para centros privados.
UGT reclama mayor inversión en las Escuelas Oficiales de Idiomas aumentando la oferta educativa e incrementando las plantillas de dichas enseñanzas.