La implantación unilateral por parte de la Consejería del nuevo calendario escolar, que adelanta los exámenes extraordinarios al mes de junio sin ningún tipo de recurso adicional, obliga a los centros de secundaria, a sus equipos directivos y al profesorado de los mismos a realizar un trabajo extra para la organización del mes de junio. Como ya denunciamos se trata de una medida de marketing publicitario para la Administración a coste cero para ella, ya que lo pagamos los trabajadores del sector.
A pocos días del fin de curso, la Consejería exige que se le informe de las medidas y planificación que ha adoptado cada centro para asumir el refuerzo del alumnado con materias suspensas y la programación de actividades para tutelar hasta fin de curso a quienes han aprobado. Eso significa el cambio de los horarios, firmados y aprobados en la Programación General Anual (PGA), para poder hacer frente a esta nueva organización de centro. La carga de trabajo se multiplica: cambios de horarios lectivos para atender exámenes los grupos con materias, preparación y corrección de exámenes y evaluaciones extraordinarias, reuniones de evaluación ordinarias y extraordinarias, reuniones de tutorías con padres, informes, memorias, etc. Todo ello sin contar con que hay un importante número de profesores interinos que inician los procesos de oposición el día 23. Todo ello recaerá sobre las espaldas del profesorado. La Consejería ya está para la foto.
UGT ya advirtió que no estaba de acuerdo con este cambio, que nos parecía irresponsable implantarlo sin estudios que lo avalasen y sin el consenso de la comunidad educativa. Este cambio unilateral del calendario escolar debería contar con un aumento de recursos que posibilitasen llevarlo a cabo. Esto no ha sido así, se limitan a dar instrucciones para cambiar horarios y grupos sin importarles cómo se haga ni quien lo haga y lo que es peor cómo afectará al alumnado. Todo lo expuesto anteriormente hace que la organización de los centros en el mes de junio vaya a ser muy difícil por no decir caótica.
UGT exige a la Consejería que dote de recursos adicionales a los centros para atender las demandas que establece en las instrucciones de fin de curso, que no complique más de lo que es habitual el final de curso y que no burocratice la docencia.
“LA FUNCIÓN DOCENTE SE AHOGA CON TANTA BUROCRACIA”
