En nuestro país existe un retroceso muy marcado en la inversión pública en Educación, que se sitúa en el 3,8% del PIB, lejos de la media de la UE, que está en el 5,3%, y más lejos aún de los países punteros, que están en la franja entre el 6 y el 8% del PIB.
El aumento de las partidas destinadas a Educación ha de ser una prioridad de cualquier Gobierno y, por tanto, es de máxima urgencia alcanzar una financiación para el sector educativo del 5% del PIB, que vaya aumentando paulatinamente hasta situarse en la media de la UE.
Es el momento de que, en el Pacto por la Educación, se establezca un compromiso de no situarnos nunca por debajo de dicha media.
Para UGT es imprescindible garantizar la financiación pública de nuestro sistema educativo a través de mecanismos que estén por encima de la alternancia política y de las discusiones anuales de los PGE. En este sentido, proponemos que se fije un suelo mínimo de inversión pública y un fondo de cohesión interterritorial para garantizar los servicios esenciales.
FeSP-UGT urge a la Subcomisión a conseguir sin partidismos un acuerdo de financiación que garantice la aplicación de todas las medidas necesarias para alcanzar una enseñanza de calidad y poder desarrollar los principios de igualdad de oportunidades, compensar las desigualdades y unir los términos de calidad y equidad.