La etapa del Primer Ciclo de Infantil ha estado en desarrollo en los CEIPs desde el año pasado. Somos conscientes de que en los centros donde se imparte la etapa de 0-3, algunas aulas están experimentando temperaturas de hasta 31.2ºC.
Desde la implementación temprana de esta etapa en los CEIPs, se debería haber considerado la climatización de estas nuevas aulas adaptadas, así como tener en cuenta futuras obras. No nos referimos únicamente a proporcionar ventiladores, sino a instalar equipos que permitan programar y mantener una temperatura constante, garantizando así la salud de los niños que aún no pueden comunicarse y de los propios trabajadores, para que puedan llevar a cabo sus funciones sin poner en riesgo su salud durante los meses de máximas temperaturas, como junio y también en el próximo mes de julio, que se espera que sea aún más caluroso.
Como UGT ya ha denunciado en repetidas ocasiones, la Comunidad de Madrid ha dejado la responsabilidad exclusiva de gestionar las situaciones derivadas de las altas temperaturas a los centros educativos, sus directores y profesores, sin asumir la responsabilidad que les corresponde como administradores de la educación en Madrid. Esto provoca que la labor educativa se vea eclipsada por la atención asistencial a los alumnos, buscando otros lugares donde evitar las altas temperaturas, olvidando la función educativa que se les ha encomendado. En el caso del alumnado de 0 a 3 años no son posibles muchas de las soluciones que ofreció la Consejería para paliar el calor, tales como hacer actividades fuera del centro o resguardarse en edificios anexos.
No olvidemos tampoco a los trabajadores que deben permanecer en los centros en julio. Según el Real Decreto 486/1997 de 14 de abril, que establece las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo. La temperatura de los espacios donde se realicen trabajos sedentarios propios de oficinas u otras actividades similares debe estar comprendida entre los 17ºC y los 27ºC. Esta normativa tiene como objetivo garantizar condiciones adecuadas de trabajo que no pongan en riesgo la salud y el bienestar de los empleados.
UGT exige la climatización de los centros educativos y la toma de medidas eficientes para paliar los efectos de las altas temperaturas en las aulas donde pasarán muchas horas del día niños y niñas que aún no pueden comunicar sus necesidades, además de la plantilla cuyo trabajo es atender a este alumnado tan vulnerable.