Las Residencias y Pisos Tutelados de la Red de Centros y Servicios de Atención a la Discapacidad y Enfermedad Mental están siendo uno de los focos de contagio más importante durante el transcurso de la pandemia provocada por el COVID-19.
Son los hogares de personas especialmente vulnerables y los centros de trabajo de muchos profesionales que con su labor contribuyen a su desarrollo personal e inclusión social, entre otros, y les proporcionan la atención rehabilitadora y asistencial que necesitan.
Las trabajadoras y los trabajadores de estos centros están viviendo circunstancias muy difíciles, derivadas de la especial situación que azota a todo el país: se producen muchos contagios y fallecimientos de usuarios.
Los profesionales que están haciendo la cuarentena en sus domicilios se están incorporando a sus puestos de trabajo sin que se les haya hecho el test para detectar contagios. Muchas trabajadoras y trabajadores están recibiendo el alta médica sin saber si están contagiados, y la mayor parte de las empresas solo realizan los test a los usuarios, por lo que se encuentran en “tierra de nadie” completamente desprotegidos, no nos podemos olvidar que están trabajando para una población especialmente sensible.
Desde UGT denunciamos esta situación y reclamamos que las Autoridades Sanitarias, en coordinación con las empresas, regulen la obligatoriedad de realización de los test a todos los profesionales de estos centros, tanto a los que están trabajando como a los que se encuentran de baja laboral por posibles contagios, porque entendemos que solo de esta manera podremos frenar la propagación del virus.
Por ello, UGT pide que se proteja a las trabajadoras y los trabajadores de atención a la discapacidad y enfermedad mental. Lo contrario puede suponer un aumento de los contagios entre un sector muy vulnerable y aquellos que les atienden.