El sistema actualmente vigente para la selección de las direcciones de los centros públicos proviene del modelo propuesto por la LOCE, cuyo objetivo fue limitar la participación de la comunidad educativa y potenciar papel de la jerarquía administrativa en el nombramiento de las mismas. Esta transformación nos lleva a sustituir un proceso electivo en el que el Consejo Escolar del Centro tenía un papel crucial por otro selectivo donde prácticamente la Administración goza de una discrecionalidad sin límites para nombrar direcciones. El resultado es el irrelevante papel del profesorado, alumnado y familias en el proceso y la politización de las mismas a través de la selección de personas afines a la ideología del partido responsable de Consejería de Educación que desde hace 21 años está siendo el Partido Popular.
El apartado 2 del Artículo 135 de la LOE modificado por la LOMCE da las pautas para la constitución de una Comisión de Selección al efecto, pero deja a la Administración de cada comunidad autónoma que fije el número de vocales y le exige que garantice la participación de los consejos escolares en las mismas.