La Comunidad de Madrid ha modificado la estructura de enseñanza del Bachillerato nocturno para adultos, adoptando un enfoque semipresencial, además de suprimir las clases presenciales de varias lenguas en las Escuelas Oficiales de Idiomas de Tribunal, Leganés, Aranjuez, Rivas-Vaciamadrid y Coslada-San Fernando en los niveles intermedios y avanzados. Sin embargo, esta nueva modalidad deja de lado al alumnado que requiere un seguimiento presencial, que tendrán que trasladarse a otros municipios en el caso de las EOI.
La reducción de horas lectivas y su reemplazo por espacios virtuales sin la guía de un tutor presencial plantea desafíos adicionales para los estudiantes que dependen de la interacción directa con los profesores, siendo esto más acusado entre la población más adulta. La falta de una tutoría presencial puede dificultar el proceso de aprendizaje y la resolución de dudas de manera oportuna. Además, es importante considerar el impacto que estos cambios pueden tener en la carga de trabajo del profesorado. Si se reducen las horas lectivas presenciales, es posible que se disminuya la cantidad de tiempo que los profesores tienen para brindar una atención individualizada y un apoyo adecuado a los estudiantes.
Este tipo de enseñanza requiere un alto nivel de compromiso, autodisciplina y motivación para tener éxito, algo que algunos estudiantes encuentran difícil al no tener una estructura predeterminada. Por otra parte, la enseñanza semipresencial requiere contar con el equipo tecnológico adecuado y una conexión a Internet de calidad. El alumnado más vulnerable puede enfrentar desafíos adicionales en este nuevo modelo educativo ya que estos estudiantes pueden tener dificultades para acceder a los recursos tecnológicos necesarios.
A todo esto se une la carencia de un entorno propicio para el estudio en sus hogares, lo que dificulta su concentración y compromiso con las tareas en línea. Además, la falta de apoyo y supervisión directa por parte de los docentes en un entorno virtual puede afectar negativamente a los alumnos más vulnerables que pueden requerir una atención y guía adicional para mantenerse motivados y comprometidos con el aprendizaje en línea.
UGT exige que la Consejería deje de hacer recortes y garantice el derecho a una educación pública de calidad, teniendo en cuenta las necesidades de la población más desfavorecida y garantizando los derechos de un profesorado que cada vez encuentra más mermadas sus condiciones de trabajo.