UGT considera que la posición de la Consejería de Educación y Juventud ha sido la de hacer oposición política solo de cara a los medios de comunicación, para aceptar las medidas adoptadas en la Conferencia Sectorial, y dictar instrucciones que dejan en manos de los centros y los docentes la solución al problema, todo ello sin ningún tipo de apoyo y recursos por parte de la Consejería.
UGT muestra su preocupación por que se pretenda hacer planes de refuerzo y abordar el próximo curso sin ningún “esfuerzo” por parte de la Consejería, concepto este fundamental para el gobierno regional y que considera esencial para la promoción/titulación del alumnado y ello sin más profesorado. Queremos recordar que venimos exigiendo desde el inicio del cierre de los centros educativos que se proceda a suplir al profesorado que se encuentre de baja laboral. Sin medidas que resuelvan la brecha digital, salvo las que los docentes y centros puedan poner a su disposición y con un aumento de la carga administrativa, que la Consejería exige para justificar unas medidas ausentes de medios y recursos.
La Consejería de Educación ha publicado unas Instrucciones de fin de curso que no difieren, en lo fundamental, de las acordadas en la Conferencia Sectorial, excepción hecha de lo referente a la titulación, en las que establece específicamente que debe atenerse a lo contenido en la LOE-LOMCE, es decir, la legislación vigente, pero eso sí, teniendo en cuenta que han de considerarse fundamentalmente los resultados obtenidos durante la actividad educativa presencial y que las actividades desarrolladas durante el período no presencial deberán tener en consideración las dificultades que pudiera haber tenido cada alumno y no podrá suponer la superación de una asignatura.
UGT lamenta que la Consejería de Educación ignore, de nuevo, a los representantes del profesorado en la toma de decisiones relativas al proceso educativo en un momento, como el que estamos viviendo, en el que es aún más importante contar con el colectivo de profesionales de la enseñanza para llevar a cabo la labor educativa, en unas circunstancias como las actuales, donde se está poniendo de manifiesto la escasez de recursos humanos y materiales y donde la brecha social y digital puede incrementar de forma alarmante las desigualdades que sufre el alumnado madrileño.