El objetivo es crear una cultura de la evaluación y rendición de cuentas en la Comunidad de Madrid.

• ¿Para qué? Para evaluar el funcionamiento y los resultados de las instituciones y las políticas implementadas. Es decir, llegar a saber cómo y hasta qué punto cumplen con los objetivos planteados y de qué forma se pueden mejorar procesos y resultados.
• ¿Cómo? Poniendo en marcha de forma inmediata un Sistema de Evaluación como mecanismo de responsabilidad colectiva en pos de la mejora.

La evaluación contribuye al aumento de la productividad y modernización de los procesos específicos del sector público, hacer más, mejor y como se necesita.

Orienta y ayuda a tomar las decisiones políticas presentes y futuras. Evaluando aprendemos, conocemos los resultados y sabemos cómo son de útiles las políticas en términos de calidad social y eficacia en cuanto a la relación presupuesto-resultados.

Es un instrumento de transparencia democrática. La participación plural y profesional de todos los implicados en el proceso genera informes objetivos a partir de la práctica.

Avanzar en esta línea de eficiencia administrativa pasa, en primer lugar, por retomar la evaluación de todos aquellos planes que legalmente deberían haber sido evaluados como establecía su regulación. Planes plurianuales de servicios sociales, discapacidad, atención a la infancia, etc., abandonada año tras año su evaluación y la preceptiva e imprescindible participación de profesionales, asociaciones y agentes sociales.