En contestación a la falsa y tendenciosa información publicada en el diario Libertad Digital el domingo 16 de enero de 2022, en donde se acusa artificial y gratuitamente a los sindicatos UGT y CCOO de “vender su supuesto silencio” para colaborar en una ficticia purga del personal al servicio del Tribunal de Cuentas a cambio de que el Tribunal de Cuentas declarase preferente el trabajo no presencial por la Covid, trama existente solo en la imaginación de ese medio, las secciones sindicales de UGT Servicios Públicos de Madrid y CCOO en el Tribunal de Cuentas desmienten y rechazan rotundamente esa descabellada acusación.
Se trata de una noticia que carece del más mínimo contraste informativo como exigiría el derecho constitucional y la buena praxis profesional a obtener una información veraz.
Esta esperpéntica noticia se enmarca en una campaña de desprestigio intencionada y sesgada, dirigida no ya contra las organizaciones sindicales de clase en el organismo, sino de descrédito contra una institución esencial en el Estado Social y Democrático de Derecho para el buen control de las cuentas públicas.
El acuerdo del Tribunal de Cuentas de posibilitar la jornada de trabajo a distancia por medio de las herramientas telemáticas de las que se ha dotado la institución, responde a la necesidad de proteger a las empleadas y empleados públicos a su servicio, cuyas circunstancias laborales lo permitan, de la alarmante capacidad de incidencia de la ola de COVID-19 que nos afecta en estos momentos, propiciada por la variante ÓMICRON, lo que cumple con las recomendaciones de las autoridades sanitarias de España.
UGT y CCOO reiteran que su objetivo fundamental es la defensa de los derechos de los trabajadores, entre los que la salud es prioritaria.
En la misma línea, ambos sindicatos velan por el correcto funcionamiento del Tribunal de Cuentas y sus gestores.
Por todo ello, denunciamos la malintencionada información contenida en la citada publicación del medio LIBERTAD DIGITAL y exigimos que se rectifique inmediatamente por ser rotundamente falsa.
Sobre los medios informativos recae una especial responsabilidad en la formación de la opinión y crítica pública, por lo que la información veraz tiene que constituir el principio ético esencial que debería definir su trabajo. Convertir el debate ciudadano en el espacio del bulo y la falsedad es una mala apuesta y un mal servicio.