HAGAMOS UN POCO DE HISTORIA:

  • Las bases generales de estos procesos empezaron a negociarse en marzo de 2019. La premisa de la administración desde el principio fue que todas las bases de estos procesos se negociaban en conjunto; quiere decirse que, si no se lograba acuerdo en alguno de ellos, tampoco se firmaban los demás, por mucho que se hubiera llegado a acuerdos parciales. Las organizaciones sindicales manifestamos nuestro desacuerdo a este aspecto, pero si no aceptábamos, la negociación no se produciría y corríamos el riesgo de que la administración sacara las bases de manera unilateral (con condiciones pésimas). Las organizaciones sindicales aceptamos negociar todos los procesos en bloque, lo que posibilitó que la administración flexibilizara mucho sus posiciones y mejorara radicalmente su propuesta.
  • Después de 4 meses de negociación y de haber llegado a preacuerdos satisfactorios, en julio 2019, solo quedaba un escollo: la administración tenía como línea roja la misma valoración de la antigüedad en todas las administraciones públicas. Además, en esta misma fecha, la administración da un ultimátum: si no firmábamos las bases en el plazo máximo de 1 mes, Función Pública no mantenía estos preacuerdos. Pero la firma no llegó nunca, pues no hubo unanimidad de todas las organizaciones sindicales y Función Pública no quiso firmar con una minoría sindical.

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