Desde la Secretaría de Dependencia e Intervención Social de UGT Servicios Públicos de Madrid, nos vemos en la obligación de denunciar la ratio tan baja de personal de seguridad, concretamente en el centro de Menores de Teresa de Calcuta, en Brea del Tajo. Este centro es un servicio público gestionado por la entidad privada Ginso.
Nos consta que, se han hecho llegar peticiones y propuestas de mejora por parte de la plantilla para implantar medidas de seguridad más efectivas, así como la necesidad de aumentar la ratio de personal por menores atendidos, a las que se ha hecho caso omiso, ya que no han reforzado la plantilla y están presionando a las personas trabajadoras por solicitar lo que les pertenece por ley; la prevención de riesgos laborales.
Tanto al comienzo de los turnos, al hacer la levantada de los menores, como al finalizar el día para las cenas y acostarse solo hay 6 TAI (técnicos auxiliares de intervención) y en numerosas ocasiones, han llegado a ser solo 4 personas para atender a 140 menores. En caso de algún conflicto, agresión o incluso pelea, tienen que apoyarse entre ellos dejando sin supervisión a algunos menores. Cabe destacar, que hace tres años ya hubo un motín y hubo profesionales heridos.
Los medios de seguridad son escasos, por lo que cuando tienen que hacer frente a una agresión, los TAI están a cuerpo descubierto, sin que se les deje utilizar ninguna ayuda para su defensa, por ejemplo, el escudo para repeler los golpes. Para hacer uso de esos equipos, tienen que estar autorizados para poder cogerlos. Una vez que reducen al menor y lo contienen de manera física, un TAI va a por los grilletes, puesto que no les permiten llevarlos encima. Todas estas maniobras para contener a un menor, conllevan un esfuerzo físico y estrés mental para dicho personal.
Hay que señalar que hay numerosas bajas, lo que conlleva que hay puestos descubiertos que no se suplen. También recordar que se exponen a diario, por un salario inferior al salario mínimo y unas condiciones laborales precarias. Su intervención es continuamente cuestionada, poniendo muchas trabas en las contenciones. No podemos olvidar que hay menores con problemas psicológicos y consumo de sustancias, entre otras circunstancias que agravan la situación, poniendo en peligro no solamente a la plantilla si no a los propios menores.
Con esta llamada de atención que hacemos desde UGT, tanto a la entidad Ginso como a la Comunidad de Madrid, queremos solicitar que se solucione cuanto antes esta ratio, procurando que haya una mayor seguridad en el centro, no solamente para proteger a los propios menores sino a las personas trabajadoras, evitando situaciones como la vivida con la compañera de Badajoz.
Es importante destacar que estos menores necesitan una intervención directa con profesionales para poder reinsertarse en la sociedad y tener alguna oportunidad, pero nunca poniendo en riesgo su integridad y la de los profesionales, que con tanta vocación y motivación, acuden a diario a sus puestos de trabajo arriesgando su salud física y mental.