La presidenta madrileña ha anunciado un plan para que los libros de texto se revisen en la Comunidad de Madrid por parte de cuatro Reales Academias, aunque estas niegan tener un convenio acordado. Con ello dice la Presidenta que quiere evitar contenidos “ideológicos” o de “ingeniería social”, además de otras cuestiones como un plan para frenar la devaluación de la calidad educativa, una cuestión plenamente achacable a sus políticas educativas.

Debemos recordar que el currículo escolar está elaborado por el Estado y las comunidades autónomas: el 60% de las enseñanzas mínimas las fija el Ministerio, mientras que el resto es competencia de las comunidades autónomas. Por tanto, si los servicios de inspección consideran que un texto contradice algún aspecto establecido en el currículo, elevarán la conclusión a la Consejería de Educación.

Esto es lo que se ha venido haciendo hasta ahora, por lo tanto, no existe el adoctrinamiento en las aulas, que es lo que pretende hacer la Comunidad de Madrid con esta suerte de censura que propone.

UGT y gran parte de la comunidad educativa que escuche estas declaraciones entiende que se trata de desviar la atención de otros problemas que sí son reales y que ha generado la propia Administración de la Comunidad de Madrid, como no disponer de los perfiles profesionales adecuados y suficientes en los centros como Pedagogía Terapéutica, Audición y Lenguaje, enfermería, etc,  o un inicio de curso sin el número necesario de docentes.

Una vez más achaca los problemas a la falta de capacitación del personal docente, grandes profesionales que durante cursos han demostrado su adaptabilidad a los cambios sociales y de condiciones de trabajo con sus propios recursos y sin la inversión suficiente por parte de la Administración regional en Educación, dominando todos los aspectos administrativos, regulando la convivencia en los centros y utilizando metodologías activas además de la continua capacitación en competencia digital.

UGT Servicios Públicos Madrid no cree que las propuestas que ofrece la Consejería, como realizar exámenes orales, sean la verdadera solución a los problemas de la Enseñanza en Madrid. ¿Cómo se garantizará que no influirá el sesgo de la persona examinadora? ¿Cómo se podrán reclamar los resultados?  ¿Se grabarán los exámenes?

Como ya trasladamos en nuestro comunicado de inicio de curso, su prematuro inicio ha provocado numerosos problemas organizativos en los centros (asignación de grupos y tutorías, elaboración de horarios, coordinación de equipos,…). Téngase en cuenta que aún no se ha incorporado la totalidad del profesorado habiendo comenzado ya el curso escolar.

UGT exige soluciones reales a problemas reales y dejar de politizar la educación, para asegurarse la simpatía de los votantes de sectores conservadores.

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